Cuando el número de un tipo de plankton llamado dinoflagelados se hace muy numeroso cerca de la costa, estas microalgas unicelulares pueden teñir el agua de un color marrón-rojizo, creando las llamadas mareas rojas, las cuales a menudo son tóxicas tanto para las personas como para los peces. Algunas especies de dinoflagelados también producen bioluminiscencia y cuando la noche cae sobre las playas, las algas bullen haciendo que las aguas poco profundas adquieran un brillante tono azul eléctrico. Este fenómeno es apreciable en la imagen superior tomada por el fotógrafo Phil Hart en Gippsland Lakes (sur de Australia).
En mar abierto, los dinoflagelados usan la bioluminiscencia como una especie de alarma contra intrusos; cuando se les molesta, el plankton centellea o se enciende, creando en esencia una estela brillante que lleva hasta sus asaltantes. Esta señal silenciosa avisa a los depredadores que están por encima del merodeador en la cadena trófica de su presencia. Y luego ya sabéis… el pez grande se come al chico y de paso el dinoflagelado salva el pellejo. Sus luces vienen a ser el equivalente al grito de “al ladrón”.
Visto en Scientific American
Via: Maikelnai’s Blog
Muy interezante lo de las microalgas es algo maravilloso.