En la zona de Altafulla y Torredembarra, en la Costa Dorada de Tarragona, un equipo de naturalistas y buceadores ha instalado biotopos marinos: unas pequeñas estructuras artificiales que sirven como «hogar» para algas, esponjas, invertebrados como las medusas y todo tipo de peces.
Hay ya más de cien de ellos instalados. Están situados en puntos estratégicos seleccionados por los expertos. Señalados con una boya amarilla en la superficie actúan como una especie de «museos naturales» que además de venir bien a los seres que viven en el mar para cobijarse y procrear la gente puede visitar buceando. Continue reading