El Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE) de la Guardia Civil, que nació para controlar el tráfico de inmigrantes y el contrabando en el Estrecho de Gibraltar, acaba de poner a los cazatesoros en su punto de mira. Coincidiendo con la llegada de la monedas expoliadas por Odyssey Marine Exploration de la fragata «Mercedes», la Guardia Civil acaba de poner en marcha el proyecto para que la presencia de cualquier barco sospechoso haga saltar todas las alarmas.
Para ello, el SIVE está integrando actualmente un nuevo software que permitira «crear una capa de carta marítima digital con las localizaciones de todos los pecios conocidos y las zonas de interés arqueológico donde se cree que puede haber yacimientos», según informan a ABC desde la Benemérita. Además, el sistema ya no se limita al Estrecho de Gibraltar, sino que cubre ya las costas españolas desde Pontevedra a Tarragona, incluyendo los archipiélagos de Canarias y Baleares.
El proyecto ha sido posible gracias al convenio firmado el pasado 21 de diciembre entre los ministerios de Interior y Cultura, cuyos técnicos van a formar una comisión de seguimiento. Ahora solo falta que las Comunidades Autónomas puedan terminar sus cartas arqueológicas y faciliten los datos de coordenadas de los yacimientos.
En este sentido, el trabajo se sigue realizando con desigual ritmo en unas y otras comunidades ribereñas. Andalucía y Cataluña son las más avanzadas (Andalucía ha creado el concepto de «área de servidumbre arqueológica» para los posibles yacimientos sin investigar) y el resto van a su ritmo, con Galicia y Valencia destacando sobre las demás. También es de destacar el convenio con Defensa, que permitió a los barcos de la Armada comprometerse en la
defensa del patrimonio subacuático y que permaneció inactivo en el último año de mandato de Ángeles González-Sinde.
Así funciona el SIVE
Cuando el SIVE, sistema de vigilancia, alerta y respuesta, detecta un buque detenido más de una hora sobre una de las zonas sensibles, se disparan las alarmas. La Guardia Civil cuenta con sensores de radar que detecta las embarcaciones a 10 kilómetros de distancia y transmite la señal a varios monitores de televisión. Al mismo tiempo el objetivo se pone en el punto de mira de una cámara de vídeo de gran alcance diurno, con imagen de detalle e intensificadores de luz que permiten tomar imágenes en baja luminosidad.
Hay otra cámara de infrarrojos con visión nocturna y diurna, imagen de alto contraste y una alta inmunidad frente a condiciones meteorológicas adversas. Estas cámaras permiten confirmar la presencia de la embarcación e identificarla a 5 kilómetros de distancia.
Después de confirmado el objetivo, en su caso, se puede confirmar visualmente desde el aire, con helicópteros, e incluso enviar una patrulla para realizar una inspección del barco, si procede.
Nunca más otro expolio
El sistema permitirá desde ahora una completa protección del patrimonio sumergido español alrededor de nuestras costas. La Guardia Civil, que fue el cuerpo que más hizo por evitar el expolio de Odyssey en el Estrecho, tiene ahora, con el convenio firmado con Cultura el pasado 21 de diciembre la mejor arma para que nunca más se permita la entrada a las costas de España de los cazatesoros.
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